Nuestros amigos de Nattule nos han solicitado colaboración para escribir una entrada en nuestro blog, como no podía ser de otra forma, aquí os la presentamos, esperando sea de vuestro agrado.

Barranquismo en Jaén

Barranco Aguas del Buitre

Todos los que disfrutamos del barranquismo en Jaén sabemos que hay una zona de obligada visita en la provincia. Se trata de la Sierra de Segura, donde se dan la mano barrancos de tanto nivel (y no solo entendido como nivel de exigencia) como el barranco Pilón o las Aguas del Buitre. Este último es el que voy a presentaros, ilustrado con fotos cedidas por mi colega Alicia Melero.

 Aguas del Buitre es un barranco potente, con buenos rápeles y unas vistas increíbles. Y es que el entorno no podía ser más propicio. El barranco se encuentra situado en la parte alta del río Segura, junto a la aldea de La Toba, perteneciente al municipio de Santiago-Pontones.

 Para descenderlo hay que solicitar un permiso a la Delegación de Medio Ambiente de Jaén, aunque no debéis de tener ningún problema en que os lo den.

Antes de empezar a describir el barranco en cuestión, voy a presentaros brevemente el municipio, por si pica el gusanillo del turismo después de hacer el descenso.

 Santiago-Pontones:

Se trata del segundo municipio más grande de la provincia y el mayor dentro del Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas. Limítrofe con las provincias de Granada y Albacete, cada rincón de su extenso territorio está lleno de encanto.

El entorno te chocará porque es diferente al del resto de la provincia. Su altitud, con uno de los climas más fríos de España, y su escarpada orografía hacen imposible el cultivo del olivar. En cambio, encontrarás zonas desérticas, bosques de pino laricio, embalses, desfiladeros, ríos y cascadas. El Pino Galapán, un enorme ejemplar de 40 metros de alto y más de 4 siglos, está considerado todo un monumento natural.

También en esta zona nace el río Segura y cruza el Guadalquivir, dejando a su paso multitud de espacios para disfrutar de la naturaleza. Como el embalse del Tranco, uno de los mejores parajes donde practicar kayak en Jaén.

Debido a su temprana ocupación, también se han encontrado numerosos yacimientos y restos arqueológicos, entre los que destacan los restos íberos del Tesoro de Santiago de la Espada, conservado en el Instituto Valencia de Don Juan en Madrid, o las pinturas rupestres de arte levantino declaradas Patrimonio de la Humanidad.

 El barranco:

Volviendo a lo que nos ocupa, el Aguas del Buitre es un barranco muy vertical, donde predominan los rápeles. En su recorrido de 750 metros se debe salvar 350 metros de desnivel. Lo harás mediante una sucesión de unos 20 rápeles, de entre 10 y 65 metros de altura.

 A pesar del nombre, Aguas del Buitre es un barranco fundamentalmente seco, si acaso con alguna surgencia o charca dependiendo de la época. En el último tramo (últimos cinco rápeles), sin embargo, sí existe una surgencia de agua permanente. Si realizas el descenso en las épocas recomendadas, primavera y otoño, es probable que esta parte lleve más agua y entonces el neopreno resulta conveniente, especialmente después de lluvias.

 Acceso:

Para acceder al barranco será necesaria la combinación de vehículos; pues, de lo contrario, al acabar el descenso tendrás que enfrentarte a una fuerte remontada de varios kilómetros cuesta arriba, no recomendable para nadie.

Desde Santiago de la Espada debes dirigirte en dirección a La Toba. A unos 5’5 kilómetros, más o menos, sale un carril a la derecha con varias indicaciones. Debemos seguirlo durante 1.800 metros, hasta llegar a un desvío.

El camino de la izquierda es el que baja al final del barranco. Pasarás unos 8 kilómetros de fuertes curvas hasta cruzar un pequeño puente donde dejaremos el primer coche. Desde allí, tendrás las primeras vistas de las cascadas del último tramo del descenso que más tarde rapelarás.

Con el otro coche tenemos que volver a subir hasta la bifurcación y coger, en esta ocasión, el camino de la derecha. Tras unos 4 kilómetros de carril aparcaremos el vehículo. El acceso es casi inmediato. Solo hay que seguir el cauce hasta dar con el primer rápel.

Descenso:

Se trata de un descenso bastante técnico y muy bonito. Las vistas desde el principio son espectaculares.

Empezarás superando 2 rápeles de una veintena de metros cada uno hasta llegar a una marmita (que seguramente esté seca) y posteriormente a una pedrera. Después le sigue una sucesión de rápeles más o menos cortos, ninguno de los cuales supera los 20 metros. En este punto, antes de encarar los dos rápeles mayores, aparece señalada en la reseña un escape a la derecha. Sin embargo, no está nada claro sobre el terreno, por lo que recomiendo ir con ganas de hacer el descenso entero.

Además, aquí es donde empieza la mejor parte, llegando ya al apoteósico final. El primer gran rápel, de 62 metros, cuenta con una reunión a media altura con la que se podría fraccionar. Sin embargo, es algo precaria y queda demasiado expuesta, por lo que lo más recomendable es bajarlo de una sola vez.

El segundo rápel, de 70 metros, sí que puede fraccionarse sin problemas. Cuenta con una primera reunión, muy cómoda, en una poza colgada bastante amplia; y una segunda también sin dificultad que casi no se hace necesaria, ya que hay menos de 50 metros hasta la base.

El barranco termina justo bajo el puente donde habíamos aparcado el coche para volver al punto de inicio, por lo que el retorno es inmediato.

Firma:

Viajera, publicista y escritora. Amante del tiro con arco. Julia es una de esas personas que prefiere descubrir las semejanzas entre lugares en directo, también sus diferencias.